MI PRIMER AUTO: Hace meses atrás fui a curiosear a uno de los concesionarios en Quito, quería comprar mi primer auto, y como amor a primera vista y sin pensarlo vi el
Haval M4 en exhibición. Me encantó verlo, manejarlo, y a Dios gracias pude cambiar de opinión (ya que tenia visto otra auto mas sencillo de otra marca) y con algo de esfuerzo extra, lo compré. Es un auto fabuloso, y se convirtió en mi compañero de alegrías, del estrés del trabajo, de tristezas; me recuerda que con esfuerzo, los sueños si se cumplen! Y como anécdota, jamás he manejado fuera de Quito, así que me animé a ir a la playa con buenos amigos. Con muchos nervios y todo, pero me sorprendió, descubrí lo que es la velocidad crucero, ya no tenía que hacer maromas para pasar los rompe velocidades, y bueno... Una genial experiencia, un excelente vehículo y compañero.
Steven Daniel Acuña Pastrano