Fuimos a Crucita en mi
Haval M4 para hacer una parrillada en la playa pero estaba lloviendo, a mi papá se le ocurre irnos a recorrer la ruta del sol. Llegamos a Liguiqui, un paraíso escondido pasando el Aromo, al llegar nos tocó improvisar pues la parrilla la dejamos en Crucita, me hice cargo de la parrilla improvisada, con unas piedras maderas del sector y una plancha que cargábamos por ahí, logramos preparara una buena carne y pasamos una tarde increíble.!
Carlos Javier Alvarez Solorzano