Cuando conocí el auto me encantó tanto que convencí a mi compadre que se compre uno igual. Él me respondió: “recién ayer me compré un carro nuevo (de otra marca)”. Igual le insistí que lo vea y se enamoró tanto del carro (por su espacio, frenos y equipamiento) que devolvió el carro que había comprado y se compró un
Haval M4. Cuando llegó a mi casa a visitarme, oh sorpresa había comprado el mismo color!!! Nuestras esposas y nosotros mismos hechamos a reír!!
Patricio Morales Jaramillo