Con mi Haval M4 he pasado un sin número de aventuras, una de ellas fue cuando recorrimos toda la Ruta del Spondilus hasta las playas de San Vicente en Manabí, en dos días junto a mi familia, el vehículo es tan cómodo que no sentimos tanto el viaje.
Con mi Haval M4 he pasado un sin número de aventuras, una de ellas fue cuando recorrimos toda la Ruta del Spondilus hasta las playas de San Vicente en Manabí, en dos días junto a mi familia, el vehículo es tan cómodo que no sentimos tanto el viaje.